En un mercado tan difícil como el nuestro, cada vez más globalizado y saturado, palabras como eficiencia y calidad pueden resultar fundamentales a la hora de rentabilizar nuestro aceite y diferenciarnos de la competencia.
El consumo de aceite de oliva aumenta cada año debido a sus indiscutibles ventajas nutricionales y a que se trata de una grasa saludable.
El objetivo de cualquier almazara debe ser conseguir la máxima calidad posible a partir de la materia prima que recibe, al mejor precio.
Clasificando perfectamente la bodega, controlando la evolución de los aceites y preparando lotes adecuados para la venta a granel o embotellado.
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